El placer de tu cuidad

El verano suele ser un tiempo en el que solemos salir de nuestra ciudad, de nuestro entorno habitual. Esta experiencia suele resultar enriquecedora ya que además de conocer nuevos paisajes y entrar en contacto con otras culturas nos facilita una visión que se enriquece con sentido crítico. Valoramos aquello que echamos en falta en nuestro viaje y también añoramos aquello que nos gustó en nuestro nuevo entorno y que aquí brilla por su ausencia.
Creo que el verano y las vacaciones son tiempo para descubrir nuestra ciudad en las horas y los lugares en los que habitualmente no frecuentamos. Entrar en aquel café o aquella tienda que nos llama la atención en nuestro paseo infrecuente.
Podemos ser turistas en el museo que podemos visitar sin tener que viajar a otra ciudad, redescubrir los lugares pintorescos de la calle de al lado, percibir el frescor del parque aquel al que no vamos desde que éramos niños.
Yo trataré de hacerlo en algún momento de este verano que siempre a todos se nos queda corto pero que en Burgos el tiempo hace aún más breve que en otros lugares.